Sobre mí..

"¿Cómo huir cuando no quedan islas donde naufragar?"
Y es que ya lo decía J.Sabina... Por eso y por muchas cosas más, aquí estoy yo. Noa, una chica de 17 años que ríe, llora y siente pero que por encima de todo, no se rinde:)

Un año más, un año menos.

La humanidad ha crecido a lo largo de los milenios impulsada por el miedo a la muerte, por la curiosidad hacia aquello que se desconoce. ¿Habrá vida más allá? ¿Qué hay después de la muerte? ¿Existe Dios? La curiosidad, al igual que el instinto de supervivencia, parece estar unido a los hombres como centro de sus vidas (ignorantes y suicidas aparte, claro) y es que a mí mira por dónde, la Nochevieja me da qué pensar. Para muchos, es tan sólo una noche más, sin ninguna ilusión, los Reyes Magos no existen, ya lo sabemos todos. Para otros, una noche en la que por fin puedes lucir aquel vestido taaaan estupendo (y caro..) que te compraste hace 1 mes, en definitiva una noche en la que salir de fiesta, visto desde la filosofía del rebaño, o simplemente por la ilusión de que un nuevo año empieza. Para mí.. es diferente.
El 31 de Diciembre es un día en el que me da por pensar en toooooodas las cosas que me han pasado a lo largo del año anterior: tanto las buenas, como las malas y al margen de elaborar propósitos navideños me doy cuenta de la cantidad de cosas que me esperan en un período de un año. 365 días cargados de horas, de minutos que voy a tener que vivir, aunque las pase putas, aunque tenga 10 horas de estudio diarias en junio, aunque mis sonrisas no sean siempre las mejores. Y lo peor de todo ¿sabéis qué es? Que no sé ¡NADA! Me entra una incertidumbre, un miedo tremendo, no os lo imagináis.
Después de este momento de agobio que me da todos los años (que ¡Aaaay! Estoy ahora mismo en él) me doy cuenta de que.. poco importa. Esas cosas van a pasar, todos esos momentos ya formarán parte de mi vida de aquí a un año, al igual que forman parte de mí todas las experiencias que están detrás de mis 17 años y no hay más. Pero aún así, parece que mi ‘instinto de curiosidad’ se despierta y me hace recordar e intentar adivinar lo que me espera.
Una parte es pánico.. a la muerte, más que a nada. Este año, mi familia no ha tenido ningún achaque, quitando pequeñas ‘taras’ que aparecen, pero sin importancia. En cambio, mis tíos y primas, no han sido tan afortunados, incluso se dice por ahí que tenían ‘mal de ojo’ por la cantidad de operaciones, etc en un solo año. ¿Quién dice que en este 2009 no vaya a ser al revés? ¿Quién dice que puede que alguno de nosotros no esté al año que viene? Se me hace un nudo en la garganta con solo pensarlo..
Y es que, volvíamos mis padres y yo de la cena de Nochevieja en el coche y dice mi madre con entusiasmo:

- ¡¡¡Bueno chicos.. Un año más!!!

Y le contesta mi padre:
- ... y un año menos!
Me quedé helada al darme cuenta de la gran verdad de que un año más en nuestras vidas, significa también un año menos, el vaso está medio lleno o medio vacío, según se mire.
Puesto que no quiero parecer una pesimista-gótica-dramática (nada más lejos de la realidad) que piensa todos los días que la muerte se acerca y evita cruzarse con gatos negros, no le daré más vueltas, pero me parece muy.. ¿curioso? pensarlo. Yo por mi parte, sólo tengo claro que pienso conseguir mis propósitos navideños (por muy poco exigentes que parezcan, pero prefiero pocos y cumplirlos, que muchos y pasar de ellos), dormir mis 12 y 13h los fines de semana (¡que para eso están!), no tentar a la suerte y lo demás... quien sabe:)

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